Saludos
Esta es mi primera contribución en forma de post, al blog. Pues dados los recientes comentarios hechos a uno de ellos; “El niño predicador”. He decidido abrir el tema, o mejor dicho, transplantarlo, desde aquél post, a éste. Con afán de llevar un hilo más odenado.
Y entrando en materia.
Definamos primero a ambos contrincantes; Fe, ¿qué es la fe?.
EL DRAE* nos dice entre sus muchas acepciones que la fe es:
“Seguridad, aseveración de que algo es cierto, sin que existan pruebas de por medio”
El Cambridge Dictionary menciona que fe es:
“Aceptación mental y confianza de que algo es verdad sin pruebas que lo respalden”
¿Qué nos dicen las mismas fuentes sobre la ciencia?
“Conjunto de conocimientos objetivos sobre ciertas categorías de hechos, de objetos o de fenómenos, que se basa en leyes comprobables y una metodología de investigación propia.”
“Conjunto de métodos y técnicas para la adquisición y organización de conocimientos sobre la estructura de un conjunto de hechos objetivos”
Vamos viendo de qué lado se inclina la balanza de la razón, ¿no es así?, para ponerlo más claro, la fe son creencias, la ciencia es conocmiento. ¿Por qué quiero hacer incapié en estas diferencias?, bueno, para respaldar mi breve reseña histórica del peso que fe y ciencia han tenido respectivamente en la historia del hombre.
En los primeros años de la humanidad, en el que las cosas conocidas y comprendidas era muy pocas, y las desconocidas, muchas. Tenía que, para tranquilidad del raznomiento humano, existir alguna explicación para todas las cosas y fenómenos que existían en el mundo. Al gran vacío de conocimiento razonado sobre las cosas, es decir ciencia, se le buscó un reemplazo; la fe. Dios o los dioses, pronto asumieron la responsabilidad de los eventos que quedaban fuera de la comprensión humana. A medida que la experimentación, los resultados comprobados y los conocimientos crecieron. Fueron ganando terreno a la fe, que de pronto se vio despojada de la responsabilidad de las épocas de siembra, los cambios de estaciones, las mareas, las lluvias. En sí todos los fenómenos naturales, y más allá; de pronto Dios ya no era responsable ni absoluto creador de todos los objetos sobre la faz de la tierra. Ni tampoco de las enfermedades, ya no era un Todopoderoso iracundo y castigador el que quitaba la vida a las personas, si no unos pequeños seres vivos llamados bacterias.
En resumen, a medida que la compresión humana crece y avanza, la fe (y la religión) pierde terreno sobre las cosas en las que tiene injerencia y para las cuales aún es la única explicación.
No es que existan cosas místicas negadas para siempre a nuestra comprensión, lo que sucede es que aún no las deciframos. Recuerden que la voluntad de Dios hacía que llegara el día, la noche y las estrellas, hasta que el buen Galileo dijo algo diferente. Y pongan atención a esto; él no “creía”, o “sentía” o “intuía” que la tierra era un cuerpo esférico girando al rededor del sol junto con otros cuerpos celestes. No, él en base a observación y razonamiento, llegó a esas conclusiones. Y no fue necesario que saliera de la atmósfera a observar el asunto. Lo comprobó desde su humilde hogar, sin moverse más de dos metros. Eso es lo hermoso de la ciencia, es lógica, razonada y comprobable.
Se menciona por ahí en un comentario, que la ciencia no puede comprobar sus tesis y leyes... vaya, pues los descubrimientos arqueológicos, el estudio del ADN, las matemáticas, las leyes (más que comprobadas) de la física y la química, ¿qué serán entonces?
No olviden el método científico, enseñado desde la educación básica. Les dejo un diagrama de flujo, basado precisamente en el método científico y que ilustra de manera sencilla, la diferencia entre la ciencia y la fe.
Si la ciencia fuese tan subjetiva e incomprobable como la fe y la religión, queridos lectores, no podría ni siquiera encenderse un simlple foco.
Esperamos sus razonados comentarios.
*Diccionario de la Real Academia de la lengua Española
jueves, 1 de noviembre de 2007
Ciencia vs Fe
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